¿Recuerdas?

Hecho de menos esos momentos de cuando eramos pequeños, cuando nada nos preocupaba. Cuando nuestro único problema era perder al escondite. Esos momentos en los que un simple 'el útimo se la liga' hacia que corrieras como nunca, esas tardes en el parque en los que te hacías amiga de cualquier niño o niña que estubiera dispuesto a pasar un buen rato contigo. La emoción e ilusión que nos entraba cuando por fín encontrabamos el dichoso cromo de Pokemon que nos faltaba para completar tooodo el álbum, claro, que los que tenías repetidos se los cambiabas a tus amigos con eso de 'lete, nole'. Y en el cole, lo mejor era el recreo, donde drisfrutabas con tus amigos jugando al 'pilla-pilla', al escondite o a 'liebre'. Todo esto ahora nos parecerá una tontería puesto que ya hemos crecido, pero.. ¿qué es crecer en realidad? Se supone que crecer es, que te quede pequeña la ropa y que dejes de hacer las cosas infantiles que hacias cuando eras pequeño ¿no? Pues no, o por lo menos yo no lo veo así.



Las cosas que hacias de peque son las mismas que las de ahora. Lo que pasa es que cambias tu forma de verlas. Antes le contabas tus pequeños 'problemas' a tu peluche favorito, ahora tambien lo haces pero la diferencia esque has cambiado el peluche por tus amigos. Antes imaginabas que ibas en una nave espacial en la que tú eras el capitan, y que tenías que luchar contra marcianos que querían destruir el planeta, pues bien ¿no hacemos eso ahora cuando jugamos con un videojuego?
Nada cambia si sabes de que forma mirarlo. Crecer no significa dejar de divertirse, ni mucho menos. Asique si aún queda algo de ese niño que todos llevamos dentro, dejemos que salga fuera de vez en cuando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario